Un profesional es quien ejerce una profesión (un empleo o trabajo que requiere de conocimientos formales y especializados). Para convertirse en profesional, una persona debe cursar estudios (por lo general, terciarios o universitarios) y contar con un diploma o título que avale los conocimientos adquiridos y la idoneidad para el ejercicio de la profesión.
El adjetivo profesional también hace referencia a la actividad que se lleva a cabo como profesión (en el sentido de que implica una retribución económica), y no como afición o pasatiempo. Esta diferencia puede apreciarse con claridad en el caso de los deportes. Un hombre que juega al fútbol todas las semanas no es futbolista ni jugador profesional, ya que sólo lo hace a modo recreativo. En cambio aquel que juega todas las semanas a cambio de dinero es un profesional de este deporte.
En este sentido, incluso un individuo con pocos conocimientos y sin habilidades dignas de ser destacadas puede ser considerado un profesional en un área dada, mientras que alguien que dedica largas horas al día al mismo campo, con resultados brillantes y consiguiendo importantes descubrimientos, pero sin una relación laboral con una compañía, un mero aficionado. Esto se contradice con el peso que, como se menciona en párrafos anteriores, el mismo adjetivo tiene cuando se utiliza para resaltar la destreza de una persona en una disciplina determinada.
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