Del latín praecisĭo, la precisión es la necesidad y obligación de exactitud y concisión a la hora de ejecutar algo. Para la ingeniería y la estadística, sin embargo, precisión y exactitud no son conceptos sinónimos.
El primer paso para acercarse a un error de este tipo es llevar a cabo un muestreo de medidas, una técnica que tiene como objetivo seleccionar una muestra partiendo de una población, nombre que recibe el conjunto de los elementos que son tomados como base para las observaciones. Valiéndose de los datos recogidos en las medidas es posible calcular el promedio y la desviación estándar, dos parámetros que permiten dar con la distribución gaussiana, un recurso usado para analizar a fondo fenómeno de tipo natural, social y psicológico.
Si bien no siempre es posible encontrar todas las causas de un error de medición, existen cuatro puntos fundamentales que engloban los orígenes más comunes de fallos y permiten enfocar la investigación en una línea más definida; los errores pueden deberse a:
* problemas con el instrumento de medida utilizado, entre los que se encuentran errores de diseño y fabricación, de alineación, o bien aquellos causados por las condiciones del instrumento mismo;
* el operador. En este caso, bien puede tratarse de un posicionamiento incorrecto o de un problema durante la lectura;
* ciertos factores del ambiente, tales como una alteración de la temperatura (que puede producir la dilación y la contracción de materiales como el metal), la presión atmosférica o la humedad;
* los valores de tolerancia geométrica de una pieza determinada (el rango en el cual no existe un rechazo hacia otros componentes), entre los que se encuentra la deformación por la aplicación de fuerzas inadecuadas.
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