Ábside es un concepto arquitectónico que puede mencionarse en femenino (la ábside) o en masculino (el ábside). La noción permite nombrar al sector semicircular y abovedado de un templo que posibilita la instalación del presbiterio y del altar.
Con los años, la mayoría de las iglesias empezaron a darle preponderancia al ábside, integrándolo al presbiterio (un espacio destacado que puede destinarse al coro) y al altar (la estructura donde se lleva a cabo el culto, siendo el escenario de las ofrendas y de otros ritos).
Aunque existen múltiples formatos de ábside, lo habitual es que se ubique en la cabecera de la nave principal y que sobresalga de la estructura, con una cubierta abovedada. El ábside principal puede estar comunicado a otra estructura anexa, de características similares aunque más pequeña, que recibe el nombre de absidiolo.
Hay diversos ábsides que, por sus características, se hicieron muy conocidos. El Ábside de los Milagros, por ejemplo, es la única estructura que se mantiene en pie de un templo del siglo XIII que se halla en Talamanca de Jarama (España). La Catedral del Salvador de Zaragoza, denominada La Seo, dispone por su parte de varios ábsides de relevancia arquitectónica e histórica.
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