El primer paso importante que hay que dar para así poder analizar en profundidad el término que ahora nos ocupa es proceder a determinar el origen etimológico del mismo. Así, queda patente que este se encuentra en el latín donde podemos observar como está formado por la unión de varias claramente diferenciadas: el vocablo bilis que puede definirse como “hiel”, el adjetivo rubrum que puede traducirse como rojo, y el sufijo –ina que equivale a “sustancia”.
Entre los síntomas más frecuentes que indican que alguien padece dicho síndrome destaca, sin lugar a dudas, la ictericia y especialmente en épocas donde sufre mucho estrés o situaciones de gran tensión.
Además de todo lo expuesto no podemos pasar por alto el hecho de que el término que nos ocupa forma parte del título de una de las canciones más famosas de la década de los años 90. Nos estamos refiriendo a la composición “La bilirrubina” que realizó el compositor dominicano Juan Luis Guerra, uno de los cantautores más importantes de su país y en concreto una de las figuras claves de la llamada música latina.
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