Del latín patria, la patria es la tierra natal o adoptiva que está ligada a una persona por vínculos afectivos, jurídicos y/o históricos. La patria puede ser, por lo tanto, el lugar de nacimiento, el pueblo de los ancestros o el país donde un sujeto se radicó a partir de un cierto momento de su vida.
Así como ocurre en varias regiones de Latinoamérica, es común que el término madre patria siga teniendo vigencia años, décadas e, incluso, siglos después de la independización de un país. En Argentina, por ejemplo, muchas personas se refieren a España de este modo.
Dentro de la familia de este término, se encuentra el concepto de patriotismo, una forma de pensar que une fuertemente a una persona con su patria. Se trata de un profundo orgullo por formar parte de un territorio (tanto el natal como uno adoptivo) y equivale al sentimiento de apego y admiración por la propia familia. Es importante señalar que su uso no debería tener connotaciones negativas, dado que ser patriota no indica ser capaz de cualquier cosa por defender a la patria, sino sentir un fuerte lazo con sus rasgos culturales y con su historia.
Existen dos posturas opuestas frente al patriotismo: por un lado, un gran porcentaje de gente siente un apego tal por su patria que descarta rotundamente la posibilidad de vivir en el extranjero; del otro extremo se encuentran quienes piensan que este tipo de sentimientos son los responsables de las guerras, la xenofobia, el racismo y los genocidios, entre otros males de la humanidad. Como siempre, una franja de la población se encuentra en medio de dichas visiones, indiferentes a sus argumentos.
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